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Los sellos elementales

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La misión

“Re…Renji! Qué haces tú aquí?"

“Cómo? No te lo han dicho todavía? El Seireitei nos ha mandado a unos cuantos para asistirte en la búsqueda de los sellos."

“Asistirme? Eh, un momento!” Exclamó Ichigo dándose cuenta de por donde iban los tiros. ”No me estarás diciendo que tengo que encontrar yo los sellos, verdad?"

“Por así decirlo, si.” Respondió el pelirrojo socarronamente. ”Aunque seguramente los encontraré yo antes que tú, ya que no encontrarías ni el jabón en tu propio cuarto de baño. Jejeje."

“Cómo?!"

“Kurosaki Ichigo. Te aconsejo que no te abalances contra mi teniente o tendré que intervenir, y eso me obligaría a ocuparme personalmente de la búsqueda en tu mundo."

Kuchiki Byakuya apareció en escena detrás de un burlón Renji, provocando una expresión de miedo en el rostro de Ichigo. No eran enemigos, pero el joven shinigami conocía los poderes y el carácter del capitán, y no quería tenerlo como enemigo. Y mucho menos enfadarlo.

“Pequeño Byakuya? Tú también has venido? Vaya vaya, eso si que es una sorpresa.” El rostro gatuno de Yoruichi mostró una sonrisa de oreja a oreja, queriendo burlarse del crecido niño al que solía molestar años atrás."

El aludido miro fijamente al gato negro, al que reconoció. Una mirada llena de odio resaltaba en su rostro aparentemente tranquilo. ”Yoruichi Shihouin. Pese a que me gustaría zanjar nuestros asuntos ahora mismo, debo cumplir mi obligación aquí. Eso es lo único que impide que me enfrente a ti ahora."

“Oh, vamos, vamos. No seas tan irritable, pequeño Byakuya. Pensé que éramos amigos íntimos."

Durante una milésima de segundo, el rostro de Byakuya se contorsionó en pura ira y pareció que fuese a abalanzarse contra el gato."

Pero solo fue una milésima de segundo.

“Kurosaki Ichigo. Tus órdenes como shinigami sustituto residente en el mundo humano son: Buscar y recuperar los sellos elementales robados, descubrir la identidad de los ladrones y eliminarlos o llevarlos al Seireitei para ser juzgados. Como apoyo del Seireitei tendrás a Abarai Renji, mi teniente y Madarame Ikkaku, 3º asiento del décimo-primer escuadrón. Junto con ellos vendrá un enviado del mundo elemental que os acompañará para reconocer los sellos y llevarlos con seguridad al Seireitei."

“Kuchiki-san. Significa eso que no participarás en la busqueda junto con Ichigo?” Urahara preguntó eso más con la intención se suavizar el ambiente que con fin informativo, pues la fama de estricto del capitán era muy merecida. Lo que él decía, sobre todo si eran ordenes, debían cumplirse al pie de la letra. Si no había mencionado su participación, era porque no iba a hacerlo.

“Ciertamente, Urahara Kisuke. Mis órdenes son de permanecer en el Seireitei y protegerlo ante un posible ataque. No puedo permitirme el lujo de irme de vacaciones en busca de objetos cuando gente con más tiempo libre y menos cualificada puede hacerlo por mí mientras cumplo mis obligaciones."

“Menos cualificada? No se estará refiriendo a mi, verdad?”. La sangre de Ichigo hervía con cada comentario de Byakuya."

“Vaya, vaya, pequeño Byakuya. Me lo parece o acabas de hacer un chiste? Eso es porque te has vuelto más amable o es que te han echado más azúcar en el desayuno?

Haciendo un esfuerzo por no saltar ante las pullas de Yoruichi, El capitán ignoró el comentario.” Los demás llegarán dentro de una hora. Sugiero que todos vosotros, incluyendo a tus amigos, estéis preparados para entonces."

“No hace falta. Ya estamos todos aquí."

Ishida y el resto del grupo, Inoue, Chad y una aún malherida Rukia hicieron acto de presencia. Ésta última ya no tenía hielo alrededor de su brazo, pero aún se le notaban zonas de piel amoratada y un leve gesto de dolor en el rostro. Ambos signos fueron notados por Byakuya, hermano político de la joven.

“Qué te ha sucedido? Por qué estás herida?” Por el tono de voz daba a entender claramente que su preocupación era más por el fallo cometido para salir herida que por la gravedad de las heridas.

“Onii-sama.” La presencia del marido de su hermana, ésta muerta años atrás, siempre retraía a Rukia. ”Mi zanpakuto mostró un extraño comportamiento y congeló mi brazo. Ishida me salvó la vida."

Byakuya observó de arriba abajo al joven Quincy, como evaluando si merecía siquiera algún elogio por su parte. Naturalmente, para él no era así.

“Espero que no tengas que volver a verte en la situación en la que seas salvada por un Quincy o me encargaré de que no salgas del Seireitei."

El rostro de Rukia se entristeció. ”Si, Onii-sama. Lo siento mucho."

“Renji.” El aludido se cuadró ante su superior, temeroso de lo que fuese a pasar. ”No dejes en vergüenza al escuadrón por tu comportamiento o por tus actos. Espero un informe cuando vuelvas."

“Si, capitán Kuchiki."

Con un último gesto de chulería, el capitán se dio la vuelta y salió por donde apareció, en dirección a la puerta Senkai para volver al mundo espiritual.

“Maldito Byakuya! Siempre metiéndose con los demás, como si no valiésemos nada!” Exclamó Ichigo dando un puñetazo en el suelo, posiblemente imaginándose el rostro del hermano de Rukia en la estera.

Rukia apartó la mirada, sin saber qué decir.

Fue Urahara el que rompió el incomodo silencio. ”Bueno, ya que estáis todos aquí volveré a explicar la situación a todos los que aún no sabéis nada. Así mataremos el tiempo mientras esperamos a los demás que tengan que venir."
 


 


 

Tal y como Byakuya había dicho, una hora más tarde aparecieron a través de la puerta Senkai los otros dos miembros del equipo que esperaban. Mientras Tessai les guiaba hasta la sala donde los demás seguían debatiendo lo sucedido, Madarame Ikkaku le daba un último aviso al enviado del mundo elemental.

“Así que más te vale que no te cruces en mi camino cuando nos encontremos al enemigo o podrías acabar bastante mal. Y los que veas más fuertes son para mí. Entendido?"

Su interlocutora no dijo nada pero asintió levemente.

Cuando llegaron a la sala, todo el mundo les esperaba.

“Hey! Ya hemos llegado!"

“Eh! Hola Ikkaku! Cuanto tiempo.” Renji se levantó para saludar a su antiguo compañero de escuadrón, pues el teniente antes pertenecía a la misma división que Madarame.

Ichigo se fijó en su acompañante. ”Quién es? Es la enviada del mundo espiritual?"

Ikkaku asintió con la cabeza. ”Si. Es el regalo del mundo elemental por ser buenos chicos y ayudarles a encontrar los sellos. ”Mientras decía esto, Ikkaku se apartó para que pudiese presentarse."

“Buenas noches. Me alegro de conoceros."



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Kommentare zu diesem Kapitel (1)

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Von:  iodel11
2010-11-23T11:43:04+00:00 23.11.2010 12:43
mmmhh... mola mola!!! :) ale, a ver cuando sacas el siguiente, que ando con la curiosidad saltandome en las tripas ^^ Animo pepeeeeeeee


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